Funciones asombrosas de las células de glía en el sistema nervioso

Las células de glía, también conocidas como células gliales, son unos de los principales componentes del sistema nervioso. Hasta hace poco tiempo, se pensaba que su función era únicamente de soporte y protección para las neuronas. Sin embargo, investigaciones recientes han revelado que estas células desempeñan un papel mucho más complejo y asombroso en el funcionamiento del cerebro y la médula espinal.

Exploraremos algunas de las funciones sorprendentes de las células de glía en el sistema nervioso. Veremos cómo estas células participan activamente en la formación y remodelación de las conexiones neuronales, así como en la regulación del flujo sanguíneo cerebral y la eliminación de desechos metabólicos. También descubriremos cómo las células de glía juegan un papel crucial en la respuesta inflamatoria del sistema nervioso y cómo su disfunción puede contribuir a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.

Cuál es el papel de las células de glía en el funcionamiento del sistema nervioso

Las células de glía son elementos fundamentales en el funcionamiento del sistema nervioso. A pesar de ser menos conocidas que las neuronas, desempeñan un papel crucial en el mantenimiento y protección del sistema nervioso. Estas células, también conocidas como células gliales, son responsables de una amplia variedad de funciones vitales para el óptimo funcionamiento del cerebro y la médula espinal.

Una de las funciones más importantes de las células de glía es el soporte y la nutrición de las neuronas. Estas células proporcionan a las neuronas los nutrientes y el oxígeno necesarios para su correcto funcionamiento. Además, las células de glía se encargan de eliminar los desechos metabólicos acumulados en el tejido cerebral y de mantener un ambiente equilibrado y saludable para las neuronas.

Tipos de células de glía

Existen varios tipos de células de glía, cada una con funciones específicas. Por ejemplo, los astrocitos son células estelares con prolongaciones que envuelven las sinapsis entre las neuronas. Estas células desempeñan un papel crucial en la regulación de la concentración de neurotransmisores en el espacio extracelular. Además, los astrocitos están involucrados en la formación de la barrera hematoencefálica, una estructura que protege al cerebro de sustancias dañinas presentes en la sangre.

Otro tipo de células gliales son los oligodendrocitos, que desempeñan un papel fundamental en la formación y mantenimiento de la mielina, una sustancia que recubre los axones de las neuronas y permite una transmisión eficiente de los impulsos nerviosos. Los oligodendrocitos también son responsables de la regeneración de la mielina en caso de lesiones o enfermedades que afecten al sistema nervioso.

Funciones protectoras de las células de glía

Además de su papel de soporte y nutrición de las neuronas, las células de glía tienen funciones protectoras en el sistema nervioso. Por ejemplo, los microglía son células gliales con capacidad fagocítica, lo que significa que pueden eliminar bacterias, virus y otros agentes patógenos que puedan ingresar al cerebro. También tienen la capacidad de eliminar las células muertas o dañadas en el tejido cerebral.

Otra función importante de las células de glía es la respuesta inflamatoria. Cuando se produce una lesión o infección en el sistema nervioso, las células de glía liberan sustancias inflamatorias que ayudan a activar la respuesta inmune y a controlar la propagación de la lesión. Sin embargo, en casos de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson, esta respuesta inflamatoria puede volverse crónica y dañina para el tejido cerebral.

Las células de glía desempeñan funciones esenciales en el sistema nervioso. Su papel va más allá del simple soporte y nutrición de las neuronas, ya que también participan en la regulación del ambiente extracelular, la formación de barreras protectoras y la respuesta inflamatoria. Estas células son clave para mantener el correcto funcionamiento del sistema nervioso y su estudio nos permite comprender mejor las enfermedades neurológicas y buscar nuevas estrategias terapéuticas.

Cómo contribuyen las células de glía al desarrollo y mantenimiento de las neuronas

Células de glía en acción

Las células de glía desempeñan un papel crucial en el desarrollo y mantenimiento de las neuronas en el sistema nervioso. Estas células, también conocidas como células gliales, son responsables de brindar soporte estructural y funcional a las neuronas.

Una de las funciones más asombrosas de las células de glía es su capacidad para promover la supervivencia y el crecimiento de las neuronas durante el desarrollo embrionario. Estas células liberan factores de crecimiento y moléculas señalizadoras que promueven la proliferación y diferenciación de las neuronas, asegurando que el sistema nervioso se desarrolle adecuadamente.

Además de su papel durante el desarrollo, las células de glía también desempeñan una función vital en el mantenimiento de las neuronas adultas. Estas células están involucradas en el mantenimiento del equilibrio iónico y la homeostasis del entorno extracelular, creando un entorno óptimo para el funcionamiento neuronal.

Otra función destacada de las células de glía es su capacidad para proporcionar aislamiento y protección a las neuronas. Estas células forman la barrera hematoencefálica, una estructura que evita el paso de sustancias dañinas desde la sangre hacia el cerebro. Además, las células gliales también están involucradas en la eliminación de desechos metabólicos y toxinas del tejido cerebral, ayudando a mantener un entorno limpio y saludable para las neuronas.

En términos de comunicación neuronal, las células de glía también tienen un papel importante. Estas células proporcionan soporte a las sinapsis y ayudan a regular la liberación de neurotransmisores, asegurando una transmisión de señales adecuada entre las neuronas. Además, las células de glía pueden liberar señales químicas para modular la actividad neuronal y participar en procesos de plasticidad sináptica.

Las células de glía desempeñan una amplia gama de funciones que son fundamentales para el desarrollo y mantenimiento del sistema nervioso. Estas células brindan soporte estructural y funcional a las neuronas, promoviendo su supervivencia y crecimiento. Además, las células gliales participan en el mantenimiento del equilibrio iónico y la homeostasis del entorno neuronal, proporcionan aislamiento y protección a las neuronas, participan en procesos de comunicación neuronal y contribuyen a la plasticidad sináptica. Su papel es esencial para el correcto funcionamiento del sistema nervioso.

Existen diferentes tipos de células de glía y cuál es su función específica en el sistema nervioso

Las células de glía son componentes esenciales del sistema nervioso y desempeñan una variedad de funciones asombrosas. En conjunto con las neuronas, las células de glía forman el tejido cerebral, pero a diferencia de las neuronas, no participan en la transmisión de señales eléctricas. En su lugar, las células de glía brindan soporte y protección a las neuronas.

Existen varios tipos de células de glía, cada una con funciones específicas en el sistema nervioso. Los astrocitos, por ejemplo, son responsables de mantener el entorno adecuado para el funcionamiento neuronal. Estas células regulan el flujo sanguíneo cerebral, equilibran los niveles de iones y nutrientes, y eliminan los desechos metabólicos.

Por otro lado, los oligodendrocitos y las células de Schwann son responsables de la producción y mantenimiento de la mielina, una sustancia que recubre las fibras nerviosas y permite una transmisión eficiente de los impulsos eléctricos. Sin la mielina, el sistema nervioso no podría funcionar correctamente.

Además, las células microgliales son un componente crucial del sistema inmunológico del cerebro. Estas células tienen la capacidad de eliminar patógenos y detritus celulares, ayudando a proteger el tejido cerebral de posibles daños.

Las células de glía desempeñan funciones vitales en el sistema nervioso. Desde el mantenimiento del ambiente neuronal hasta la producción de mielina y la protección contra agentes infecciosos, estas células son esenciales para el funcionamiento adecuado del sistema nervioso.

Cuáles son las últimas investigaciones sobre las células de glía y cómo están cambiando nuestra comprensión del cerebro

Las células de glía, consideradas durante mucho tiempo solo como el "pegamento" del sistema nervioso, han pasado a ser objeto de un creciente interés en la investigación neurocientífica en los últimos años. Se ha descubierto que estas células desempeñan un papel mucho más activo y fundamental en el funcionamiento del cerebro de lo que se pensaba anteriormente. De hecho, se ha demostrado que las células de glía desempeñan un papel crucial en una amplia gama de funciones cerebrales, desde el desarrollo y la plasticidad sináptica hasta la regulación del flujo sanguíneo cerebral.

Uno de los aspectos más sorprendentes de las células de glía es su capacidad para comunicarse activamente con las neuronas y otras células de glía. A través de una serie de señales químicas y eléctricas, las células de glía pueden influir en la actividad neuronal y modular la transmisión sináptica. Además, se ha descubierto que estas células están involucradas en la eliminación de sinapsis no deseadas y en la promoción de la formación de nuevas sinapsis, lo que sugiere un papel clave en la plasticidad sináptica y el aprendizaje.

El papel de las células de glía en la respuesta inmune del sistema nervioso

Además de su función en la comunicación neuronal, las células de glía juegan un papel importante en la respuesta inmune del sistema nervioso. Se ha demostrado que estas células pueden secretar moléculas proinflamatorias y antinflamatorias en respuesta a la inflamación o lesión cerebral. Esta respuesta inmune localizada puede proporcionar un entorno adecuado para la reparación y regeneración neuronal, pero también puede contribuir a la patología en condiciones como la esclerosis múltiple o el Alzheimer.

Las células de glía también están estrechamente involucradas en la regulación del flujo sanguíneo cerebral. Se ha descubierto que estas células pueden responder a cambios en la demanda metabólica del cerebro y regular el flujo sanguíneo en consecuencia. Esto asegura que las áreas del cerebro que están más activas reciban un suministro adecuado de oxígeno y nutrientes, optimizando así el funcionamiento cerebral.

Las células de glía y las enfermedades neurológicas

Dada la importancia de las células de glía en el funcionamiento normal del cerebro, no es sorprendente que se hayan identificado disfunciones en estas células en diversas enfermedades neurológicas. Por ejemplo, en la esclerosis múltiple, se ha observado una activación excesiva de las células de glía, lo que conduce a la destrucción de la mielina y la disfunción neuronal. Además, se ha demostrado que la disfunción de las células de glía también está presente en trastornos psiquiátricos como la depresión y la esquizofrenia.

Las células de glía no son solo el pegamento del sistema nervioso, sino que desempeñan un papel activo y esencial en el funcionamiento del cerebro. Desde la comunicación neuronal hasta la respuesta inmune y la regulación del flujo sanguíneo cerebral, estas células tienen una amplia gama de funciones cruciales. Comprender mejor el papel de las células de glía en la salud y la enfermedad del cerebro puede abrir nuevas vías para el desarrollo de terapias y tratamientos más efectivos para las enfermedades neurológicas.

Pueden las células de glía regenerar o reparar daños en el sistema nervioso

Las células de glía son un tipo de células no neuronales que juegan un papel crucial en el sistema nervioso. Aunque tradicionalmente se creía que su función principal era proporcionar soporte estructural y nutrición a las neuronas, estudios recientes han revelado que estas células tienen capacidades mucho más sorprendentes.

Una de las funciones asombrosas de las células de glía es su capacidad para regenerar y reparar daños en el sistema nervioso. A diferencia de las neuronas, que tienen una capacidad limitada de regeneración, las células de glía pueden proliferar y diferenciarse para reemplazar las células dañadas.

Existen diferentes tipos de células de glía con capacidades regenerativas específicas. Por ejemplo, las células de glía astrocitos pueden proliferar y formar cicatrices para proteger el tejido cerebral dañado. Estas cicatrices actúan como una barrera para evitar la propagación del daño y promover la reparación.

Por otro lado, las células de glía oligodendrocitos tienen la capacidad de producir mielina, una sustancia que recubre las fibras nerviosas y facilita la transmisión de señales eléctricas. Cuando las fibras nerviosas sufren daños, los oligodendrocitos pueden regenerar y reparar la mielina, restaurando así la función normal del sistema nervioso.

Además de su capacidad regenerativa, las células de glía también desempeñan un papel importante en la reparación de lesiones en el sistema nervioso. Cuando se produce una lesión en el cerebro o la médula espinal, las células de glía se activan y migran hacia el sitio de la lesión para iniciar el proceso de reparación.

Las células de glía son una parte fundamental del sistema nervioso y tienen funciones sorprendentes en la regeneración y reparación de daños. Su capacidad única para proliferar, diferenciarse y producir sustancias clave como la mielina las convierte en una esperanza prometedora para el desarrollo de terapias regenerativas en el tratamiento de enfermedades neurológicas y lesiones en el sistema nervioso.

Qué papel desempeñan las células de glía en las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson

Las células de glía son componentes esenciales del sistema nervioso, y desempeñan un papel crucial en el mantenimiento y la protección de las neuronas. Aunque tradicionalmente se pensaba que la función principal de las células de glía era proporcionar soporte y nutrición a las neuronas, se ha descubierto recientemente que también tienen un papel activo en la regulación de la función neuronal.

En enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson, las células de glía desempeñan un papel aún más importante. Estas enfermedades se caracterizan por la acumulación de placas y ovillos neurofibrilares en el cerebro, lo que causa la muerte de las neuronas y la disfunción cognitiva y motora.

Las células de glía, especialmente los astrocitos y los microglía, tienen la capacidad de eliminar y descomponer estas placas y ovillos, reduciendo así el daño en el sistema nervioso. Además, también secretan factores de crecimiento y moléculas antiinflamatorias que promueven la supervivencia y la regeneración de las neuronas dañadas.

Estudios recientes han demostrado que las células de glía tienen la capacidad de interactuar directamente con las placas y ovillos neurofibrilares, eliminándolos de manera activa. Estas células también pueden fagocitar las células muertas y los desechos celulares, contribuyendo así a la limpieza del cerebro y la protección contra el daño neuronal.

Además de su papel en la eliminación de placas y ovillos, las células de glía también desempeñan un papel clave en la respuesta inflamatoria del sistema nervioso. Durante la progresión de las enfermedades neurodegenerativas, se produce una inflamación crónica en el cerebro, lo que agrava el daño neuronal.

Los astrocitos y los microglía responden a esta inflamación liberando moléculas antiinflamatorias y factores de crecimiento que ayudan a reducir la inflamación y promover la supervivencia de las neuronas. Sin embargo, en algunos casos, esta respuesta inflamatoria puede ser excesiva y contribuir al daño neuronal, lo que hace que las células de glía sean un objetivo clave para el desarrollo de terapias contra las enfermedades neurodegenerativas.

Cómo se comunican las células de glía con las neuronas y entre sí

Las células de glía, también conocidas como células gliales, son células no neuronales que desempeñan un papel fundamental en el sistema nervioso. Aunque durante mucho tiempo se pensó que su única función era proporcionar soporte y protección a las neuronas, se ha descubierto que estas células son capaces de comunicarse con las neuronas y entre sí de diversas formas.

Comunicación con las neuronas

Una de las formas en que las células de glía se comunican con las neuronas es a través de la liberación de neurotransmisores. Estos neurotransmisores, como el glutamato y el ATP, actúan como señales químicas que pueden afectar la actividad de las neuronas cercanas. De esta manera, las células de glía pueden modular la transmisión sináptica y participar en la regulación del flujo de información en el sistema nervioso.

Otro mecanismo de comunicación entre las células de glía y las neuronas es a través de la liberación de factores de crecimiento y moléculas señalizadoras. Estas moléculas pueden influir en la supervivencia y el desarrollo de las neuronas, así como en la plasticidad sináptica y la formación de nuevas conexiones neuronales. De esta manera, las células de glía desempeñan un papel crucial en la plasticidad cerebral y en la capacidad del sistema nervioso para adaptarse y aprender.

Comunicación entre células de glía

Además de comunicarse con las neuronas, las células de glía también pueden comunicarse entre sí. Se ha demostrado que estas células son capaces de liberar señales que pueden afectar la actividad de células gliales cercanas. Esta comunicación interglial puede ser importante para la coordinación de las funciones gliales y para la regulación de procesos como la liberación de neurotransmisores y la eliminación de desechos metabólicos.

Una de las formas en que las células de glía se comunican entre sí es a través de la liberación de calcio. El calcio es un importante mediador de la señalización intracelular, y su liberación puede desencadenar respuestas en células gliales cercanas. De esta manera, las células de glía pueden coordinar su actividad y responder de manera conjunta a estímulos o cambios en el ambiente interno del sistema nervioso.

Las células de glía son capaces de comunicarse tanto con las neuronas como entre sí a través de diversas formas de señalización. Esta comunicación es fundamental para el funcionamiento adecuado del sistema nervioso y para la regulación de procesos como la transmisión sináptica, la plasticidad cerebral y la coordinación de las funciones gliales. Estudiar y comprender estas funciones asombrosas de las células de glía es crucial para avanzar en nuestra comprensión del sistema nervioso y su relación con diferentes enfermedades neurológicas.

Cuál es la relación entre las células de glía y las funciones cognitivas como el aprendizaje y la memoria

Células de glía en acción

Las células de glía, a menudo ignoradas en el pasado, están demostrando tener un papel fundamental en las funciones cognitivas como el aprendizaje y la memoria. Aunque tradicionalmente se creía que estas células solo tenían una función de soporte y protección para las neuronas, investigaciones recientes han revelado su participación activa en la plasticidad sináptica y el procesamiento de la información.

La comunicación bidireccional entre las células de glía y las neuronas es crucial para el funcionamiento óptimo del sistema nervioso. Las células de glía liberan neurotrasmisores y factores de crecimiento que influyen en las sinapsis y la plasticidad neuronal. Además, se ha descubierto que las células de glía pueden regular la liberación de neurotransmisores en las sinapsis, lo que afecta directamente la función cognitiva y la formación de recuerdos.

Un tipo específico de células de glía, conocidas como astrocitos, desempeñan un papel importante en el procesamiento de la información y la formación de recuerdos. Estas células se encuentran en estrecho contacto con las sinapsis y pueden modular la transmisión sináptica al liberar moléculas que regulan la excitabilidad neuronal. Además, los astrocitos pueden influir en la liberación de neurotransmisores y regular la homeostasis del calcio en las sinapsis.

Además de su participación en la plasticidad sináptica y la formación de recuerdos, se ha descubierto que las células de glía también desempeñan un papel en la regulación del flujo sanguíneo cerebral. Estas células están involucradas en la respuesta inflamatoria y en la liberación de factores que promueven la vasodilatación y la neuroprotección. Esta conexión entre las células de glía y el flujo sanguíneo cerebral tiene implicaciones importantes para el transporte de nutrientes y oxígeno al cerebro, lo que a su vez afecta la función cognitiva.

  • Las células de glía también desempeñan un papel en la eliminación de desechos y toxinas del sistema nervioso. A través de un proceso conocido como fagocitosis, las células de glía engullen y degradan los desechos celulares y las proteínas anormales, evitando su acumulación tóxica en el cerebro. Esta capacidad de limpieza de las células de glía es esencial para mantener la salud y el funcionamiento óptimo del sistema nervioso.
  • Además, las células de glía pueden modular la actividad neuronal regulando los niveles de iones en el ambiente extracelular. Estas células regulan los niveles de potasio, sodio y calcio en el cerebro, lo que afecta la excitabilidad neuronal y la transmisión de señales. Esta regulación iónica por parte de las células de glía es crucial para mantener el equilibrio y la homeostasis en el sistema nervioso.

Las células de glía desempeñan funciones asombrosas en el sistema nervioso, y su participación en las funciones cognitivas como el aprendizaje y la memoria no puede pasarse por alto. Estas células regulan la plasticidad sináptica, la formación de recuerdos, el flujo sanguíneo cerebral, la eliminación de desechos y la regulación iónica, entre otras funciones. Comprender el papel de las células de glía en el sistema nervioso es esencial para avanzar en el campo de la neurociencia y desarrollar nuevas terapias para trastornos neurológicos.

Las células de glía pueden influir en el desarrollo de trastornos mentales como la depresión y la esquizofrenia

Las células de glía, a menudo pasadas por alto en el estudio del sistema nervioso, desempeñan un papel fundamental en el desarrollo y funcionamiento del cerebro. Investigaciones recientes han revelado que estas células no solo proporcionan soporte estructural y nutrición a las neuronas, sino que también desempeñan un papel activo en la comunicación neural y la regulación del equilibrio químico del cerebro.

Uno de los descubrimientos más sorprendentes ha sido la influencia de las células de glía en el desarrollo de trastornos mentales como la depresión y la esquizofrenia. Se ha encontrado que estas células tienen la capacidad de liberar neurotransmisores e interactuar con las neuronas, lo que puede afectar directamente el estado de ánimo y la cognición.

Además, estudios han demostrado que la disfunción de las células de glía puede contribuir al desarrollo de trastornos mentales. Por ejemplo, se ha observado una disminución en la densidad y funcionalidad de las células de glía en pacientes con depresión, lo que sugiere una posible conexión entre esta disfunción y los síntomas depresivos.

En el caso de la esquizofrenia, se ha encontrado un aumento en la actividad de las células de glía, lo que potencialmente contribuye a la inflamación y la pérdida de conexiones sinápticas en el cerebro de los pacientes. Esto podría explicar algunos de los síntomas característicos de la enfermedad, como alucinaciones y delirios.

Aunque aún queda mucho por descubrir sobre las funciones de las células de glía en la salud mental, estos hallazgos abren nuevas perspectivas en la comprensión y tratamiento de los trastornos neuropsiquiátricos. La investigación futura deberá explorar aún más la relación entre las células de glía y los trastornos mentales, con el objetivo de desarrollar enfoques terapéuticos innovadores y más efectivos.

Cómo se pueden utilizar las células de glía en la investigación médica para desarrollar nuevos tratamientos y terapias para enfermedades del sistema nervioso

Las células de glía, también conocidas como células gliales, son un componente crucial del sistema nervioso. Aunque tradicionalmente se creía que su función principal era proporcionar soporte y nutrición a las neuronas, se ha descubierto que desempeñan un papel mucho más activo y asombroso en el funcionamiento del cerebro y la médula espinal.

Una de las formas en que se pueden utilizar las células de glía en la investigación médica es aprovechando su capacidad para regenerar el tejido nervioso dañado. A diferencia de las neuronas, las células gliales tienen la capacidad de proliferar y formar nuevos tejidos. Esto se ha utilizado para desarrollar terapias y tratamientos para enfermedades del sistema nervioso, como la esclerosis múltiple o la lesión de la médula espinal.

Por ejemplo, se ha descubierto que las células de glía pueden secretar factores de crecimiento que estimulan la regeneración de las neuronas dañadas. Estos factores de crecimiento pueden ser utilizados en terapias regenerativas para promover la reparación de tejidos nerviosos y mejorar la función neurológica.

Otra función asombrosa de las células de glía es su capacidad para regular la comunicación entre las neuronas. Las células gliales pueden liberar neurotransmisores y regular la liberación de neurotransmisores por parte de las neuronas, lo que puede tener un impacto significativo en la función cerebral. Esta capacidad única de las células de glía ha llevado a investigaciones sobre cómo se pueden utilizar para modular la comunicación neuronal en el tratamiento de trastornos neuropsiquiátricos como la depresión o la ansiedad.

Además, las células de glía desempeñan un papel clave en el sistema inmunológico del sistema nervioso. Estas células tienen la capacidad de reconocer y eliminar agentes patógenos, lo que ayuda a proteger el cerebro y la médula espinal de infecciones y daños. La investigación en este campo ha llevado al desarrollo de terapias inmunomoduladoras que utilizan las células de glía para fortalecer la respuesta inmunológica del sistema nervioso y tratar enfermedades neuroinflamatorias como la enfermedad de Alzheimer o la esclerosis lateral amiotrófica.

Las células de glía tienen muchas funciones asombrosas en el sistema nervioso que se pueden aprovechar para desarrollar nuevos tratamientos y terapias para enfermedades neurológicas. Su capacidad para regenerar tejido nervioso, regular la comunicación neuronal y fortalecer la respuesta inmunológica las convierte en una herramienta prometedora en la investigación médica. A medida que se descubren más aspectos sobre el papel de las células de glía, es probable que veamos avances significativos en el tratamiento y manejo de enfermedades del sistema nervioso en el futuro.

Preguntas frecuentes (FAQ)

1. ¿Qué son las células de glía y cuál es su función en el sistema nervioso?

Las células de glía son células no neuronales que juegan un papel crucial en el funcionamiento del sistema nervioso, brindando soporte y protección a las neuronas.

2. ¿Cuántos tipos de células de glía existen en el sistema nervioso?

Existen varios tipos de células de glía en el sistema nervioso, incluyendo astrocitos, oligodendrocitos, microglía y células de Schwann.

3. ¿Qué función tienen los astrocitos en el sistema nervioso?

Los astrocitos desempeñan múltiples funciones, como mantener el equilibrio de iones y neurotransmisores, proporcionar nutrientes a las neuronas y participar en la formación de la barrera hematoencefálica.

4. ¿Cuál es la función principal de los oligodendrocitos y las células de Schwann?

Los oligodendrocitos y las células de Schwann son responsables de la producción y mantenimiento de la mielina, una cubierta que aísla y protege las fibras nerviosas, permitiendo una transmisión eficiente de los impulsos eléctricos.

5. ¿Qué papel juega la microglía en el sistema nervioso?

La microglía es el principal tipo de célula inmunológica en el sistema nervioso. Se encarga de la defensa y limpieza de patógenos, células muertas y detritos celulares a través de su capacidad fagocítica.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir